Recordáis, especialmente en la generación anterior, donde no existían los móviles, donde en los barrios se mantenían las puertas de la casa abiertas y los vecinos llegaban hasta la cocina para saludarte sin previo aviso, donde cuando uno de los vecinos caía enfermo, las vecinas cuando iban a hacer la compra llegaban hasta el propio lecho del enfermo para preguntarle si necesitaba algo de la farmacia?, donde si la puerta se hallaba cerrada varios días o a horas no habituales se preocupaba todo el barrio? .......
En ese tiempo era habitual cuando te ausentabas por el motivo que sea, dejar la llave de casa al vecino por "si ocurría algo" en tu ausencia. Yo siempre he mantenido que "era muy fácil dejar la llave al solícito vecino, pero recogérsela de nuevo era motivo, o percibido por él, como un serio agravio".
Pues mira por donde, en mi opinión, este Facebook actual va por los mismos derroteros y se ha convertido en sustituto de aquella costumbre. Darle acceso a tu cuenta privada, aceptar como amigo a alguien es tan fácil como entregar la antigua llave pero, de pronto, te encuentras a un vecino instalado en tu salón virtual, tu muro, que solo observa y calla, solo fisgonea y calla, no interactúa, no dice ni "mu". Se mantiene callado solo observando tus idas y venidas "relativamente íntimas" publicadas, y calla, solo calla. Bien, pues, igual que la llave de tu casa en otros tiempos, recógesela, dile "no quiero que estés ahí solo mirando", "te retiraré la llave para cuando mires en mi salón sea porque yo te invite", retíralo de tus "facebuamigos" y, volviendo a las antiguas costumbres, habrás producido en el, desde su punto de vista, un "serio agravio" que, en el peor de los casos, también lo perderás como amigo real por la "importante ofensa".
Moraleja: no entregues la llave, de tu casa y de tu muro Facebook, a quien puede ocurrir que en breve debas retirársela. Evitaras enemistades innecesarias.
En ese tiempo era habitual cuando te ausentabas por el motivo que sea, dejar la llave de casa al vecino por "si ocurría algo" en tu ausencia. Yo siempre he mantenido que "era muy fácil dejar la llave al solícito vecino, pero recogérsela de nuevo era motivo, o percibido por él, como un serio agravio".
Pues mira por donde, en mi opinión, este Facebook actual va por los mismos derroteros y se ha convertido en sustituto de aquella costumbre. Darle acceso a tu cuenta privada, aceptar como amigo a alguien es tan fácil como entregar la antigua llave pero, de pronto, te encuentras a un vecino instalado en tu salón virtual, tu muro, que solo observa y calla, solo fisgonea y calla, no interactúa, no dice ni "mu". Se mantiene callado solo observando tus idas y venidas "relativamente íntimas" publicadas, y calla, solo calla. Bien, pues, igual que la llave de tu casa en otros tiempos, recógesela, dile "no quiero que estés ahí solo mirando", "te retiraré la llave para cuando mires en mi salón sea porque yo te invite", retíralo de tus "facebuamigos" y, volviendo a las antiguas costumbres, habrás producido en el, desde su punto de vista, un "serio agravio" que, en el peor de los casos, también lo perderás como amigo real por la "importante ofensa".
Moraleja: no entregues la llave, de tu casa y de tu muro Facebook, a quien puede ocurrir que en breve debas retirársela. Evitaras enemistades innecesarias.
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